viernes, 5 de octubre de 2012

Talleres agenda

NUEVO AVISO: la escritora y editora Carolina Tosi se presentará en la mesa 2 (jueves, 14 hs.) y no en la mesa 10 del día viernes como estaba anunciado.




miércoles, 3 de octubre de 2012

Rubén Szuchmacher

Otro expositor de lujo para la apertura de las jornadas: jueves 25, el actor y director Rubén Szuchmacher

“Esta obra logró cambiarme”

Con “Escandinavia”, el director vuelve a la actuación luego de diez años. Tras una etapa oscura, la obra le sirvió para reacomodarse. Como corolario de este renacimiento, en mayo Se presenta en el mítico Globe de Londres.


Razones muy íntimas dice tener Rubén Szuchmacher para volver al escenario. Hace diez años que el actor, director y docente no se para frente al público. La última vez fue en Cine quirúrgico, de Alejandro Tantanian y dirección de Edgardo Rudnitzky. Ahora, lo hace como único protagonista en Escandinavia, el texto de Lautaro Vilo que ambos dirigen. La obra se estrenó a fines de noviembre en México D.F. y ahora en Buenos Aires, en Almagro, en su sala, ElKafka.
“Con Lautaro tenemos una relación estrecha, de amigos, y siempre nos daba vueltas lo de hacer algo donde yo actuara. Pero faltaba esa zanahoria que te impulsa a hacerlo. Hasta que apareció: estábamos invitados a La Capilla para llevar La Gracia (de Vilo y dirección de Szuchmacher), pero como la actriz Berta Gagliano no podía ir, en una especie de ataque de locura le dije al organizador Boris Schoemann (estuvo en el Kafka con Sensacional de maricones ) ‘qué te parece si hago algo con Lautaro’, pero sin saber nada. Aceptó y eso me puso un plazo, fue el motor; si no, no lo habría hecho”, dice sobre Escandinavia , el unipersonal en el que un hombre, el personaje que interpreta Szuchmacher, despide en el velorio a otro hombre, su pareja, quien antes de morir le había contado un último deseo. “La obra es de Lautaro, yo fui paso a paso, leyendo y discutiendo lo que traía, construyendo, en la medida que la dirección es conjunta. Como actor –afirma– soy muy obediente. Me gusta ser dirigido, a pesar de la fama de que un director no quiere serlo.”

¿Por qué la necesidad de actuar?

En teatro, hacía diez años que no actuaba. Hice muy poca tele y cine, en 2007 filmé Mentiras piadosas , de Diego Sabanés. Pero nada parecido al vértigo del teatro donde no vale el “corten”. Sabía que quería actuar pero no quería hacer cualquier monólogo sino algo que tuviera que ver con el dolor. Vengo de atravesar una etapa con muchas muertes, mi pareja, mi hermana, mi madre, mi tía, en menos de dos años y medio fue una devastación. Necesitaba volver a ubicarme en el lugar del actor, necesitaba volver a reconstituirme narcisísticamente después de tanto dolor. Todos los actores hacen este esfuerzo para poder estar allá arriba y yo lo necesitaba porque estaba sin energía, tenía la sensación de que algo de mí no estaba y que la actuación me iba a organizar, me obligaba a estar presente. Pero quiero aclarar algo muy importante: el objetivo nunca fue hacer un espectáculo testimonial, de vísceras afuera, confesional; me daría mucha vergüenza y repudiaría a quien hiciera algo tan obsceno con su vida privada. La obra juega con un personaje que podría ser yo, el protagonista es un director de teatro, es alguien que despide a su hombre, parezco yo pero no soy yo. Es una obra de teatro y es importantísimo para mí, que se constituyera como algo puramente artístico porque si no, no lo habría hecho. Otra cosa es que ficción y realidad se toquen, que aparezcan datos, nombres, hechos reales, pero en una ficción.

¿Cómo se siente ahora, con respecto a ese dolor?

La obra me provocó un efecto liberador, reparador, logró cambiarme. Pasé a no tener familia en Buenos Aires. Tengo en México y en Montevideo pero acá me quedé solo, fue un impacto grande aunque nada excepcional, la gente vive y se muere. Y lo que me pasaba es que no hacía nada por matarme pero tampoco me daban ganas de vivir. Hacer el espectáculo me permitió salir de eso, un espectáculo que no me había pedido nadie, un acto voluntario. Siempre supe, desde que empecé a actuar, que algo de mí se elaboraba actuando, que me conectaba con algo más atávico menos consciente pero que no había que forzar. Lautaro, que fue testigo de todo el proceso y con quien siempre tuvimos en claro no hacer un vómito personal, no me dejaba sentimentalizar, me sacaba de ese lugar en el que entraba sin darme cuenta y me ayudó a potenciar mis zonas de humor. Agradezco un comentario de Elena Tasisto: “Lo personal te sirve una vez, después tenés que construir”.

A mediados de mayo, Escandinavia tendrá una breve interrupción. Porque el 15 y 16, Szuchmacher y elenco se presentan en el histórico The Globe, en Londres, con Enrique IV, Segunda parte , de William Shakespeare. Unico director argentino invitado al Globe to Globe, se trata de un festival de seis semanas, previo a los Juegos Olímpicos, en el que grupos de distintos países, en sus propios idiomas, harán su versión de las 37 piezas del dramaturgo universal. Los argentinos que festejarán a Falstaff son Horacio Peña, Irina Alonso, Horacio Acosta y Julian Vilar, entre otros 15 actores como Vilo y Szuchmacher.

“Tengo una buena relación con Shakespeare”, reconoce el director de Sueño de una noche de verano (en el San Martín, 1988) y Rey Lear (en el Apolo, 2009 y 2010). “Cuando uno no se pone caprichoso y pretende ser más vivo que él, es un autor que responde. No tengo la costumbre de querer ser más vivo que los autores”, afirma quien fuera director, junto a Alberto Ligaluppi, del FIBA 2009 y que estará presentando Enrique IV, Segunda parte durante julio y agosto en el Regio, del Complejo teatral porteño.

En su experiencia con alumnos, ¿con qué se encuentra?

La gente que llega a mí ya sabe que va a tener exigencias en mis talleres. En el de actuación, trabajo sobre el texto y la capacidad de los actores de volverlos comunicativos, algo que hoy no es una gran preocupación, sino que aparece más lo ombliguista, donde las cuestiones formales no están muy pensadas. En cuanto a la puesta en escena, los que vienen saben que vamos a reflexionar sobre lo estético y no sólo sobre lo que a vos te sale. Pero lo que percibo en el medio, ya que soy docente en el IUNA (y creo que esta institución ha favorecido esta idea), es la creencia de que el teatro es un arte fácil que cualquiera puede hacer, un espacio de libre expresión donde todos escriben, actúan y dirigen; y el resultado es que se ve mucho pero con un nivel de rigor bastante bajo.

¿Por qué se amesetó la producción teatral, después de la renovación de los noventa?

Buenos Aires es una ciudad profundamente teatral. Pero hay etapas y hoy estamos en el momento de efecto fotocopia porque la nueva generación no ha podido matar a sus referentes. Mientras se siga endiosando a los noventa y las nuevas generaciones siga viviendo en casa de los padres, estamos en la lona. Tendrían que venir con cuchillos a matarnos porque somos el establishment, no la renovación: somos financiados por países extranjeros (no es mi caso), nos invitan a festivales internacionales, en fin, a mí no me invitan a Londres porque soy un revoltoso. Si alguien de 25 años hace una obra estilo Daulte, estamos en problemas porque ni siquiera es su padre en términos generacionales, es un hermano mayor. A causa de la dictadura, a la Argentina se le rompió la lógica de las generaciones y empezó a aparecer la idea de que tenemos que estar todos juntos. Un parricidio en serio, no sólo de palabra, no vendría nada mal.

¿Por qué es endogámico el público de las salas off? ¿Para quién se hace teatro?

Esa pregunta desapareció. Se hace teatro –y no lo digo irónicamente– para la cantidad de contactos que una persona tiene en su celular y en el Facebook. No hay idea de traspasar eso. Cuando una obra sigue y sigue, como pasó con Decadencia (Steven Berkoff, estrenada en 1996), por ejemplo, es porque traspasó su público. Es el gran tema porque no puedo pensar nada si no lo pienso relacionado con el público. Sin embargo, muchos creen que su ombligo es el que va a imponer el público.

¿Los subsidios a salas muy chicas propiciaron esta atomización?

No, el problema, y que nadie dice, está en otro lado. La exacerbación de salas no tiene que ver con la cantidad de teatro que se produce sino con la necesidad laboral. Son lugares para dar clases, pequeñas pymes que devienen en salas. Casi todos, y me incluyo, damos clases en las salas, aunque el tema es cómo balancear las dos actividades. Por eso, en general, no hay preocupación por el público, porque es un público de alumnos, que no es anónimo. El teatro alternativo de Buenos Aires le tiene miedo al extraño, a los que no conoce.

¿Timbre 4, la sala y escuela de Claudio Tolcachir, sería una excepción?

Es que ellos trabajaron una estrategia de mercado. Una obra muy sencilla se transformó en un éxito, se pusieron de moda, tienen muchos alumnos y mucha gente que ellos no conocen: cada tanto eso le pasa a algún teatro.

¿La división entre teatro comercial y alternativo es obsoleta o se mantiene?

Son formatos distintos. No es lo mismo el circuito comercial, el amateur o comunitario, el oficial y el alternativo. Uno puede transitar distintos lugares pero no sos el mismo porque son modos de producción diferentes, no son los mismos públicos, el tipo de producto no puede ser igual porque el campo de la expectativa es diferente. Hay momentos en que el teatro comercial es mejor que el alternativo porque necesita mantener cierto nivel de calidad. Y el teatro off se declara pobre, se desresponsabiliza y se queda catatónico en su pobreza sin pensar que al espectador eso no le importa porque sólo requiere lo justo, ni más ni menos.


Sedes de las jornadas


Teatro Lope de Vega (Pedro Lagrave 725
Biblioteca de la escuela primaria N° 1 (Rivadavia e Hipólito Yrigoyen)
ISFD N° 51 (Rivadavia e Hipólito Yrigoyen)
Espacio de las Artes (Pedro Lagrave 763)
Casa de la Cultura (Rivadavia 370)

sábado, 29 de septiembre de 2012

MARCELO BIRMAJER


Viernes 26: cierra las jornadas MARCELO BIRMAJER. Noticias de su más reciente novela, El suplente.
Cultura MARCELO BIRMAJER
CREO UNA NOVELA SITUADA EN LA ARGENTINA DE LA TRIPLE A La mirada al viejo horror19.08.2012 | Ambientada en los "70 y editada por Océano Travesía, "El suplente" tiene como narrador a un adolescente atenaceado por el abandono de su madre, la lejanía del padre y su propia fragilidad.

Los últimos días de una Argentina azotada por los crímenes de la Triple A, la voz de un adolescente en busca de respuestas y un discurso sectario fuera de sí constituyen el escenario de "El suplente", la nueva novela juvenil de Marcelo Birmajer, quien retoma el policial para transformarlo en un aterradora historia de soledad, abuso y amor.
"En "El suplente" me propuse el desafío de generar terror en la realidad, en donde no hubiera elementos sobrenaturales y apelé a dos recursos: uno es el poder que puede ejercer un profesor o cualquier autoridad de un colegio si lo aplica arbitrariamente sobre sus alumnos. Y el otro, utilizar el marco político de la Argentina de la Triple A, una época siniestra de muerte diaria", cuenta Marcelo Birmajer.

Editada por Océano Travesía, la novela tiene como narrador a León Zenok, un adolescente atravesado por el abandono de una madre, la lejanía de un padre y con la fragilidad propia de un estudiante, en lucha continua por encontrarle sentido a la existencia.

Es que -explica Birmajer- "el hecho de que no haya padres y estén solos les da un aura de héroe a los personajes. Ulises está lejos de su familia, perdido y tratando de volver a casa; siempre es una odisea. Creo que mis personajes siguen ese modelo. La soledad es el precio que uno paga por la libertad".

UN MARCO IDEAL

El pensamiento deductivo, la situación marginal de los personajes y los tropiezos menos esperados tiñen con terror la trama de esta historia, que tiene como protagonista a la adolescencia "en su afán de aventura, iniciación y libertad".

El enredo en una serie de sucesos incomprensibles y misteriosos bajo un manto de autoridad ambicioso arrebata con el desamparo a los personajes que corren a buscar un lugar en el mundo.

Allí tropiezan con los amores, el aburrimiento, las pocas ganas de estudio, las revanchas, pero sobre todo con la curiosidad de ver qué hay más allá.

Y como marca registrada de Birmajer, la reflexión existencial también está presente en la novela: "Independientemente de las peores cosas que nos hayan pasado, cuando somos libres nos tenemos que hacer responsables de nuestra propia libertad, nadie nos protege, estamos al arbitrio del destino".

La década del "70 fue el marco ideal para sembrar el horror en la realidad, sin apelar a lo fantástico como en escritos anteriores. "El terror de la Triple A era más expuesto, visible. Los cadáveres en Ezeiza salían en los diarios con nombre y apellido. Paradójicamente esta mención al tema hacía que el terror estuviese más presente, era el resquicio de democracia que quedaba".

MOMENTO CLAVE

Y es en ese terreno donde aparece la clave: la llegada de un profesor suplente escoltado por las autoridades escolares, cuya misión no es el dictado de clases sino el dominio oscuro sobre los alumnos, aunque en apariencias "disfraza su ignorancia en una supuesta revolución de las formas y los contenidos".

"El suplente" de Birmajer tiene un correlato en la realidad de los "70 porque en aquellos días José López Rega "El Brujo", ministro de Bienestar Social de Perón, era conocido por su vinculación con la magia negra y las sectas, y en el libro el personaje siniestro "participa de esa tendencia lopezreguista".

De ahí que la aparición de una secta envuelva a la trama. Y como la novela se planta en la realidad, el autor recuerda que "los seres humanos estamos sedientos de sentido; cualquiera que te mienta que hay un sentido superior te convence con mucha facilidad. Para no aceptar sentidos falsos hay que ser muy fuerte porque es difícil vivir sin sentido. En la adolescencia estamos muy lábiles, las cosas nos influencian con mucha más facilidad".

El autor considera que su novela es de "aventuras con policial y suspenso" aunque lo que más le importa es lo que considera el desafío del escritor: "transportar su filosofía en un vehículo entretenido".

"Yo no reflexiono abiertamente y sin embargo subyacen temas como el de reconocer que uno no tiene la solución y que hay que vivir con el enigma en vez de inventarse una falsa respuesta", sentencia Birmajer.


http://www.laprensa.com.ar/394873-La-mirada-al-viejo-horror.note.aspx

domingo, 23 de septiembre de 2012

Stand

Acuarela libros también nos acompaña con su presencia: venta de libros especializados en la temática del encuentro